miércoles, 2 de marzo de 2016

Acoso escolar



Antes de profundizar en las propuestas para educar en la convivencia, queremos hacer mención a un concepto que preocupa especialmente a las familias, alumnado, profesorado, instituciones y opinión pública: el acoso escolar.

Las investigaciones sobre abuso y malos tratos entre compañeros/as no son homogéneas, pero en general coinciden que la situación de maltrato no es un hecho anecdótico, sino un fenómeno común que afecta a un gran número de escolares repartidos en el rol de víctima, agresor y espectador de la violencia. 


Las formas más comunes de maltrato entre iguales son la verbal (insultos, motes, ridiculizaciones, etc.); el físico (provocar peleas, golpear, etc.) y el maltrato social (aislamiento, rechazo, marginación, etc.). A estas modalidades se le suman conceptos como el Ciberacoso, que consiste en una utilización de las TIC con finalidad de agredir o acosar (grabar y distribuir imágenes a través de móvil; acoso en foros, chats o Blogs; etc.)

En cuanto a las situaciones de violencia hacia el profesorado y personal de un centro educativo, diversos informes destacan que las principales dificultades a las que debe hacer frente el profesorado son las dificultades para impartir clase (disrupción); los insultos por parte del alumnado e incluso amenazas y agresiones.

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